La práctica de la serenidad y de la mente calma

Lo esencial de la práctica del yoga es encontrar nuestro tiempo y nuestro espacio interior y esto requiere que nuestra mente encuentre la calma y la serenidad antes de practicar.

Lo mismo que la verdadera responsable de quemar las grasas es la mente, y ésta espera sólo tu decisión. Adelgazamos cuando nos encontramos a nosotros mismos y no cuando queremos ser o imitar un modelo exterior. Esto supone un gran cambio en nuestro sistema mental.

Tanto arriba como abajo, así en la mente como en el cuerpo. Nuestro mundo interior está sobrecargado de proyectos y pensamientos, de obligaciones y deberes, de hábitos y dominancias, por eso nuestro ser instintivo se ha perdido en esta vorágine de compromisos internos, y todo lo que es alegría, compartir, placer, ganas de vivir o ganas de crear se pierden y se refugian en el comer.

Lo esencial de la práctica del yoga es encontrar nuestro tiempo y nuestro espacio interior y esto requiere que nuestra mente encuentre la calma y la serenidad antes de practicar.

Quizás nos convendría recordar las cualidades de una mente calmada para poder dirigirlas hacia la propia práctica y al propio cuerpo. Ya que al final la mente es esencial en la digestión del alimento, de los pensamientos y de la intención de nuestro espíritu.

Cuando el cuerpo está sereno se transforma en un ser creativo y mucho más atento. Descubrimos el placer de hacer cualquier cosa, es algo fácil. Incluso las cosas que nos afectan o entristecen no son oprimentes. Una mente calmada comprende, está abierta y no pierde el tiempo en juzgar, sabe ver el lado bueno y hacer el bien. Un cuerpo y una mente serenos saben vivir relajados y confiados. Tiene sentido de la humildad, sabe «perder el tiempo» para sentir la inspiración y saber estar presente y realizar cualquier acción que se proponga.

Lo mismo que un jardinero cultiva y limpia de malas hierbas, quitando una cada día, así nosotros necesitamos cultivar la mente calma para dejar espacio a la escucha y para abrirnos a la comprensión y a la integración. Liberándonos cada día de una pequeña agitación nuestra mente aprende a florecer en calma.

La comprensión es la esencia de todo, capaz de crear contacto con todo, sino corremos el peligro de escuchar lo que ocurre solamente en la superficie del océano de nuestra mente.

Ante la páctica del yoga, una mente tranquila no es una mente perezosa o inactiva sino, más bien lo contrario, una mente capaz de una acción justa, rápida, ligera y más ágil a la hora de tomar las decisiones necesarias.

Comprender e integrar la práctica y las percepciones que recibimos de nuestro cuerpo en cada momento nos ayuda a no caer en los discursos mentales, ideas predefinidas, espectativas o proyecciones, ayudándonos también a huir del excesivo juicio.

Toda la energía que se desparrama en nuestra cabeza se pierde en nuestro corazón o en nuestra mente interior. Una mente calma integra todos nuestros sentidos y está abierta a sentir desde el corazón. Una mente calma nunca será una mente limitada.

[La imagen es la reproducción autorizada de una pintura de Laura Shashi]

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3 comentarios
  1. Miguel Carreño
    Miguel Carreño Dice:

    Gracias Carlos, en efecto, así lo estoy experimentado yo en los últimos meses. Sentir como esa paz mental se va derramando por el día a día impregnándolo todo es algo que no me esperaba.

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  2. maribel loidi
    maribel loidi Dice:

    Es grato volver a escuchar en mi mente tu timbre de voz dando una mas de tus charlas.
    Que pena que tus enseñanzas de años atrás se queden en eso enseñanzas para recordar.
    Un beso de corazón.

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